Tabla de Contenidos
La monarca de Reino Unido, la reina Isabel II, falleció recientemente, dejando tras de sí un extenso reinado que marcó muchas pautas sin precedentes, que además, estuvo envuelto en las polémicas más importantes y sonadas de la cultura popular de nuestros tiempos, poniendo a la familia real en el ojo mediático en más de una ocasión.
Sin embargo, la reina Isabel II no fue solo la mujer a cargo de Inglaterra, además de su fachada de monarca, tuvo facetas que la mayoría desconoce y muchas curiosidades tras su persona que muy pocos imaginan o son capaces de creer. Es por eso que hemos recopilado algunos datos curiosos sobre la reina Isabel que probablemente no sabías.
Originalmente no estaba destinada a reinar
Para la mayoría de nosotros nos parece simplemente imposible pensar en el Reino Unido sin asociarlo directamente con La reina Isabel II, pero es un hecho que la corona no estaba destinada originalmente a pertenecerle.
El heredero original de la corona era su tío, Eduardo VIII, ya que era el primogénito de la familia, pero este abdicó para poder casarse con su amada Wallis Simpson, la cual era una plebeya estadounidense que además estaba divorciada, cosa que no era propia de una reina consorte, al menos para la época. ¡Vaya, vaya! Algunas cosas sí que han cambiado.
El lugar de Eduardo VIII lo ocupó el segundo al trono, su hermano Jorge VI, quien es el padre de Isabel II, el cual dio lugar al trono a su hija de 25 años luego de su fallecimiento en el año 1952.
Es de sangre alemana
Originalmente la reina Isabel II pertenecía a la dinastía alemana de Sajonía-Coburgo y Gotha, como herencia de su tatarabuelo Alberto, quien fue el esposo de la reina Victoria. Sin embargo, en 1917 fue rebautizada como Casa de Windsor, debido al impulso germanófogo que se estaba viviendo en la época a raíz de la guerra.
Es por eso que actualmente es la Casa de Windsor quien han heredado el trono de Inglaterra, desplazando sus raíces originales.
Estuvo enlistada en el ejército y sirvió en la Segunda Guerra Mundial
¿Una reina en el ejército? ¡Eso sí es ensuciarse las manos por su nación! Y lo decimos literalmente, porque además de servir a su patria lo hizo como mecánica. Claro, para ese momento Isabel todavía no portaba la corona de Inglaterra, ya que fue a sus 18 años que se enlistó al ejército para apoyar a las tropas inglesas en el área de la mecánica. Era un enorme interés de Isabel aportar su granito de arena, ya que había vivido toda su adolescencia en marco de la Segunda Guerra Mundial. ¿Te lo imaginas?
Además de ayudar a reparar los camiones del ejército, también los conducía y lo hacía con gran habilidad. Sin embargo, no se puede negar que como princesa y futura heredera del trono, tenía privilegios que el resto de sus compañeros ni siquiera podrían llegar a aspirar, ya que Isabel no tenía que pasar las noches en las barracas, pues se regresaba a Palacio de Windsor para estar resguardada del peligro. Suponemos que como futura reina tenía una misión mucho más difícil por delante.
La reina y su esposo eran primos
Tal vez no es la noticia más impactante que podamos contarte sobre la monarca, ya que en ese contexto es bastante común que las personas se casaran entre sus parientes, para así conservar tanto como sea posible los territorios de la corona e incluir algunos más a través del matrimonio.
Su esposo, Felipe de Edimburgo, era su primo en tercer grado, es decir, tampoco eran tan cercanos, aunque ambos eran descendientes de la reina Victoria, así como muchos de los monarcas de Europa. Esto quiere decir, que también Felipe es de herencia alemana, específicamente un Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg. Por suerte, al momento de casarse con Isabel II, decidió adoptar el apellido de sus abuelos maternos, Mountbatten, ya que de lo contrario la ceremonia se hubiese extendido demasiado nada más al momento de poner su firma en el documento.
Ni ella ni sus hijos llevan el apellido de su esposo
Cuando Felipe de Edimburgo le propuso matrimonio a Isabel II, sabía muy bien que ella no podría portar su apellido, ya que sería la reina y debía asegurar el nombre de la Casa de Windsor entre sus descendientes, y así lo hizo. Sus hijos tampoco llevan el apellido de su padre, mas sí el de su majestad.
Aunque a muchos este hecho les resulta humillante para Felipe, algunos otros piensan que fue una excelente decisión y ejemplo de empoderamiento femenino.
Ha impuesto varias marcas personales
La reina Isabel II ha impuesto más de una marca personal, haciéndola una de las monarcas más icónicas de la historia. Comenzando con su reinado, el cual fue el más largo de todos en el Reino Unido, superando por varios años el reinado de su tatarabuela Victoria.
También ha sido la reina más longeva de la historia, muriendo a la edad de 96 años tras 70 años en el poder. Además de eso, es la primera reina en ser llevada al espacio. ¡No es cierto! Sin embargo, una grabación con su voz fue llevada a bordo en el transbordador espacial que llegó a la luna y fue reproducida en nuestro satélite natural.
Su coronación fue la primera en la historia en ser televisada y presenciada por millones de personas en tiempo real. Definitivamente reinó en el periodo más emocionante de la historia.
Los perros de la reina
La reina Isabel II tenía una enorme fascinación por los perros, especialmente por los corgis. Pero no cualquier perro puede ser digno de la realeza, ya que los que caminan en los jardines reales también son de sangre azul, ya que todos ellos son descendientes de Susan, la primera perrita corgi que le regalaron en su juventud, llegando a tener más de 30 perros hasta el momento de su fallecimiento.
Posee todos los cisnes blancos del Támesis
A pesar de lo loco que suena, la reina sí es propietaria por decreto real de todos los cisnes que se encuentran en el Támesis, pero solo los blancos. Aunque no se sabe muy bien cuál era el propósito de este decreto real, es una ley que ha estado en vigencia por más de 800 años hasta la actualidad.