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Hombres que se enamoran de su amiga con derecho

Las relaciones de amigos con derechos son una experiencia tan placentera como impredecible y es muy posible que los hombres terminen enamorándose de ella. ¿Por qué pasa? ¿Cómo darse cuenta?  ¿Qué debes saber, como mujer, sobre esta situación tan complicada?

¿Esto puede suceder?

Es una situación perfectamente normal y que, en carencia de la fuerza de voluntad necesaria,  puede ocurrirle a cualquier persona. El sexo genera mucha más intimidad entre dos personas y  eso puede provocar un lazo entre ambos, trayendo consigo sentimientos románticos que aparecerán paulatinamente.

¿Y qué hay de las chicas? ¿A ellas también les pasa?

Independientemente del género de la persona, elevar la intimidad con alguien más puede verse  malinterpretadoconvertido en afecto. Así como el hombre puede enamorarse de su amiga con derecho, la mujer también corre este riesgo  en la misma medida. No obstante, los hombres se evidencian más.

¿Por qué pasa esto?

Existen muchísimos detonantes, causas, motivos y circunstancias gracias a las cuales esto podría terminar sucediendo, por lo que éstas dependerán de tu amigo con derecho.  No hay un patrón estandarizado ya que cada persona reacciona o se ve afectada por las cosas de manera distinta.

Las causas pueden ser variadas

Ya sea por tu físico, tu forma de ser, la forma en la que lo tratas o  la forma en la que él se siente contigo; tu amigo por derecho puede desarrollar sentimientos hacia ti de  cualquier manera. Aunque también puede tratarse de alguna malinterpretación.

¿Hay algún motivo en especial?

Motivos especiales los habrá para cada uno; mas el hecho de que esto suceda deviene de lo mencionado anteriormente: el sexo. Pero no es el sexo el causante, sino  el estado de compenetración que éste evoca entre los participantes del acto sexual, provocando el enamoramiento.

Es algo que sucederá tarde o temprano

No es motivo de extrañeza o sorpresa alguna:  pasará. Quizás suceda sin que te enteres; o, de la misma forma en la que aparece, se desvanece. Pero lo único que haría la diferencia es que tu amigo con derechos  sea totalmente capaz de omitir sus sentimientos.

¿Cómo notarlo?

Existen diversas formas de darte cuenta que recibirás por parte de tu amigo con derechos; muchas de las cuales no notarás a menos que  decidas prestarle especial atención; otras serán muy claras y evidentes; y  muy pocas veces serás incapaz de darte cuenta.

Los hombres no disimulan

Así como muchos hombres no hablan, ya sea por disgusto o incapacidad, de sus sentimientos;  la mayoría del género masculino no puede ocultar lo que en realidad siente y las intenciones que posee. Gracias a esto, en muchas ocasiones será bastante visible su enamoramiento hacia ti.

Las señales se harán evidentes

Paulatinamente se dejará en evidencia con una serie de señales que soltará por ahí, ya sean físicas o no. Los encuentros, la forma de expresarse, de mirarte, las relaciones sexuales y prácticamente  todo cambiará eventualmente desde que el hombre se enamore de su amiga con derechos.

El interés y el afecto aumentarán

El interés en ti, en escucharte, en cómo te sientas y en tu bienestar  crecerán de la misma manera en la que lo harán las demostraciones de afecto tales como apodos, caricias, la ternura de su trato hacia ti y lo involucrado que se vea en tu vida.

Los celos se harán presentes tarde o temprano

Sentirá miedo de perderte, pues la relación que mantienen podría desmantelarse por un tercero hacia quien desarrolles sentimientos,  empezando los celos. La medida en la que ataquen dependerá de su forma de ser y la profundidad de su miedo, pero aparecerán.

¿Cómo afrontar la situación?

Cuando un hombre se enamora de su amiga con derechos (o viceversa),  la relación se pone en riesgo por completo y es importante, una vez detectados los sentimientos del otro, actuar de la mejor manera posible para solucionar el problema que se está generando.

Evalúa tu posición al respecto

Antes de actuar, piensa: ¿tú quieres lo mismo que él o sólo quieres lo que una relación de amigos con derechos sin implicaciones sentimentales? Es muy importante que esto sea así, ya que  la sinceridad contigo misma definirá el bienestar de tu amigo y el futuro de la relación.

Hablar es lo mejor en todas las circunstancias

El siguiente paso es confrontarlo  de una forma en la que ambos se sientan cómodos y puedan hablar lo más tranquilamente posible. Según lo que tú quieras, hablen de lo que deberían y no deberían hacer. No dudes ni un segundo en hablar.

Abandonar terminará siendo una realidad

Si tú no quieres ir más allá y una vez hayan hablado,  la relación se habrá fracturado en algún punto, por lo cual de ahí en adelante nada será agradable. Por ello, culminen su acuerdo y evitarán una catástrofe sentimental mucho más grave.

Pero, en caso contrario…

Si deseas llevar tu relación al plano amoroso, recuerda la forma en la que ésta empezó.  Las relaciones basadas en el sexo pueden fracasar enormemente cuando pasan a lo sentimental, por lo que será un esfuerzo más grande para ambos mantener las cosas en orden.

¿Qué hacer al respecto?

Si planeas una relación de amigos con derechos y quieres evitar que esto suceda, toma en cuenta, junto con tu amigo, los siguientes aspectos al momento de iniciarla y respétenlo durante toda la relación.  La fuerza de voluntad será la mejor arma que ambos pueden equiparse.

Los acuerdos son fundamentales

Al inicio de todo, establezcan acuerdos mutuos. Si lo que quieres es no enamorarte,  que ése sea uno de los acuerdos más grandes de la relación. De igual forma, deberían definir acuerdos secundarios que apoyen el de no enamoramiento, de manera que sea más sencillo respetarlo.

Definir los límites

Hasta dónde puede llegar cada uno; qué hacer y qué no hacer; y situaciones a evitar son cosas que impedirán,  si se respetan con constancia y no se quebrantan ni una vez, que suceda el enamoramiento de tu amigo con derechos.

¿Es realmente malo?

En realidad, las situaciones en las que esto podría ser malo son bastante específicas,  como que tu amigo con derechos sea una aventura extramarital. En un caso normal, sería una eventualidad perfectamente normal, comprensible y que sucedería tarde o temprano; eventualidad que, mediante el habla y los actos correctos puede superarse.