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Existen muchos mitos y creencias sobre el consumo de carbohidratos, siendo la mayoría de estos completamente falsos o con muy pocos fundamentos científicos, lo que lleva a muchas personas a disminuir su consumo o eliminarlo por completo de su dieta, consiguiendo así un desequilibrio alimenticio con consecuencias mayores.
Y es que todo radica en conocer la diferencia entre los carbohidratos simples y complejos, los cuales se difieren en estructura química, lo que hace que sean muy diferentes su velocidad de digestión y de absorción.
Para conocer un poco más a profundidad este tema, vamos hablar sobre los mitos más comunes de los carbohidratos, revelaremos la realidad detrás de ellos y explicaremos la diferencia entre los tipos de carbohidratos. Evita alimentarte de forma inadecuada a causa de la mala información y comienza a sacarle provecho a estos alimentos.
¿Qué son los carbohidratos?
Los carbohidratos son considerados como macronutrientes que se encuentran en distintos alimentos, y su principal función dentro del organismo es proporcionar energía, especialmente para el cerebro y el sistema nervioso.
Sin embargo, los carbohidratos deben llegar al torrente sanguíneo para desempeñar sus respectivas funciones, y para ello deben desdoblarse en el proceso de la digestión, transformándose en glucosa, pues solo así será capaz de atravesar las paredes del intestino.
Existen dos tipos de carbohidratos y la principal diferencia entre ellos es la velocidad y la forma en la que son absorbidos por el cuerpo. Debido a la desinformación, muchas personas reniegan del consumo de carbohidratos al considerarlos elementos que producen sobrepeso, desconociendo por completo su verdadera importancia en la nutrición del cuerpo y las diferencias que existen entre estos tipos de macronutrientes.
Tipos de carbohidratos
Los carbohidratos se dividen en dos tipos, simples o complejos, siendo su principal diferencia la manera en la que se insertan en el organismo. Los carbohidratos simples son aquellos que causan una elevación de insulina en sangre, ya que son absorbidos por el cuerpo en forma de glucosa. Este tipo de carbohidrato lo podemos encontrar en las frutas, los lácteos, azúcares refinados y procesados.
Los carbohidratos del tipo complejo son aquellos que permanecen durante más tiempo en el organismo, puesto que su absorción es mucho más lenta. A su vez, no elevan la insulina en la sangre, aportan energía durante mucho más tiempo y producen una sensación de saciedad.
Este tipo de carbohidratos están presentes en las legumbres, harinas, cereales integrales, verduras con almidón y tubérculos.
Ahora bien, ya que conoces la diferencia entre los carbohidratos, es momento de contrastar los mitos más populares sobre estos nutrientes, con la realidad.
Los carbohidratos engordan
Decir que los carbohidratos por sí solos causan aumento de peso es una falsedad, ya que son nutrientes que el cuerpo necesita para realizar funciones vitales, como respirar, ya que ellos nos proporcionan energía.
El problema radica en las proporciones de su consumo y el tipo de carbohidratos que se ingieren. Por ejemplo, los carbohidratos simples aportan solo calorías vacías, por lo que su elevado consumo puede traer consigo graves problemas para la salud, y no estamos hablando solo del sobrepeso.
Por otro lado, los carbohidratos complejos, además de proporcionar energía, también le brindan al organismo nutrientes y vitaminas. Adicionalmente, un consumo adecuado de estos carbohidratos pueden ayudar al cuerpo a perder peso o mantenerlo, ya que no necesita de grandes cantidades para conseguir la energía necesaria y no sube los niveles de glucosa.
Para bajar de peso hay que eliminar los carbohidratos de la dieta
Las personas que se obsesionan para bajar de peso suelen enemistarse con los carbohidratos, haciéndolos responsables de su peso actual. Y es que como aclaramos anteriormente, los carbohidratos son necesarios en toda alimentación saludable.
Lo que sí se puede hacer para bajar de peso, es disminuir su consumo, especialmente el tipo de carbohidratos simples, pero eliminarlos por completo podría traer consecuencias para la salud a largo plazo. De cualquier forma, esto es algo que un nutricionista podría confirmarte en caso de querer realizar una dieta restrictiva.
Está mal consumir carbohidratos en la cena
Aunque este mito no es del todo falso, es importante conocer cómo funciona el organismo antes de privarse de ciertos tipos de alimentos, sin importar las horas del día. Es verdad que el cuerpo quema menos calorías durante las horas de la noche, ya que se está preparando para descansar, por lo que el consumo de carbohidratos no es del todo necesario.
Hay que tener en cuenta que en total una persona debería consumir entre 3 y 4 porciones de carbohidratos al día, y podemos determinar cuáles serían las horas más indicadas para ello. Sin embargo, esto no quiere decir que sea malo consumir carbohidratos en horas de la noche, pero es mejor si ingerimos aquellos que son más fáciles de digerir (y no estamos hablando de carbohidratos simples). Un ejemplo podría ser la patata hervida.
Los carbohidratos son la base de una buena alimentación
Así como existen afirmaciones que desacreditan a los carbohidratos dentro de la alimentación, también están aquellas que, de forma contraria, los enaltecen como si fueran los alimentos más importantes. La verdad es que sí son importantes, pero nunca por encima del resto de alimentos, ya que la base de una alimentación saludable radica en el balance entre proteínas, grasas y carbohidratos.
Por esta razón, no se debe eliminar ninguno de estos elementos de la dieta, tampoco se deben consumir de forma exclusiva, sino todo en su justa medida y proporción.
Los carbohidratos son la única fuente de energía
Hemos mencionado a lo largo de este artículo que la principal función de los carbohidratos es la de brindar energía al cuerpo, y que si los consumimos en menor proporción podríamos presentar problemas de salud. No obstante, esto no significa que sea la única fuente de energía que obtenemos de los alimentos, ya que tantos las grasas como las proteínas tienen su aporte calórico también, pero en mucho menor proporción, ya que sus principales funciones son otras.
Por lo que no debemos procurar obtener la energía necesaria del día a día solo de las proteínas y las grasas, ya que esto definitivamente podría ocasionar un déficit importante de nutrientes en el organismo.
Las fuentes integrales de carbohidratos son más saludables
Generalmente es preferible consumir carbohidratos de fuentes integrales, pero no porque éstas sean más eficientes al momento de brindarle energía al cuerpo, ya que su aporte es bastante similar a las opciones más refinadas. La razón por la que son preferibles, es porque además del suministro de energía, los carbohidratos de origen integral aportan más vitaminas, minerales y fibra que aquellas opciones que han sido más procesadas.