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¿Por qué una Contractura Muscular se vuelve Crónica y cómo solucionarlo?

Las contracturas musculares se producen por ciertos motivos comunes: malas posiciones, movimientos violentos, sobrecarga, deshidratación, estrés y otros. Este tipo de lesiones del sistema muscular no es grave; sin embargo, en el caso de no tratar de manera adecuada o no cambiar ciertas circunstancias que afectan a los músculo, entonces se produce un dolor persisten en la zona afectada.

De esta manera, de una simple contractura muscular, se genera una situación crónica que afecta la calidad de vida del paciente de una manera bastante sustancial.

Síntomas de una Contractura Crónica en los Músculos

Las contracturas de los músculos con carácter crónico tiene unos signos específicos muy fáciles de identificar. Entre los síntomas que más destacan se pueden nombrar los siguientes:

  • Mareos y vértigo, si la contractura está ubicada en la zona cervical de la espalda. Este síntoma se puede presentar cuando se realizan ciertos movimientos, esfuerzos o se permanece cierta cantidad de tiempo en una posición específica. Ante este tipo de lesión, es común también que se manifiesten fuertes dolores de cabeza o migrañas.
  • Dolores al ejercer la respiración, cuando la contractura está relacionada con los músculos cervicales. Este tipo de síntomas suelen causar mucha ansiedad en los pacientes que los padecen.
  • Fuertes dolores persistentes en la zona afectada, que usualmente suelen inmovilizar a la persona. Este tipo de dolores pueden ser resistentes a muchos analgésicos orales.
  • Dificultades para dormir. Es probable que durante la noche, el paciente sufra de fuertes calambres o que un dolor intenso en la zona le impida conciliar el sueño.
  • Imposibilidad para mantener ciertas posiciones del cuerpo o de las extremidades.

¿Cómo se produce una Contractura Muscular Crónica?

Es probable que cuando una persona padece de una contractura en un músculo lo primero que haga sea tomar algún tipo de analgésico; pero lo especialistas apuntan que ésta no es la mejor medida, pues no se ataca al problema, sino al síntoma. Al tomar analgésicos, es probable sentir alivio, pero la contractura continúa y se acentúa; provocando finalmente una tensión más grave, una contractura crónica.

Además, este tipo de lesiones se producen al no modificar los hábitos que han conllevado al músculo a una complicación; como por ejemplo: la posición frente al ordenador, dormir en colchones inapropiados, mantener el cuello en una posición incómoda al ver el móvil, levantamiento de peso, realización de entrenamiento con el músculo lesionado, practicar deporte o actividades musculares de manera persistente sin realizar acondicionamiento físico, entre otros.

Básicamente, las tensiones en los músculos tienden a empeorar de manera significativa cuando no se toman la medidas necesarias para cuidar la regeneración y el buen funcionamiento del músculo.

Recomendaciones para solucionar una Contractura Muscular Crónica

Ante una afección muscular crónica es indispensable que el paciente busque la ayuda de un médico especialista que lo guíe de manera correcta en un tratamiento que le permita superar esta condición en el plazo más corto posible. Esto es lo esencial. Para complementar el tratamiento hay algunas medidas o recomendaciones que se pueden discutir con el médico tratante, pues cuando la situación es crónica es él quien debe decidir cuáles son las alternativas más viables para el paciente.

Entre las recomendaciones más convenientes se pueden nombrar las siguientes:

Uso de Tratamientos naturales

Los tratamientos naturales son de gran beneficio para la salud y, además, no se corre el riesgo de los efectos secundarios que algunos fármacos pueden ocasionar. Este tipo de tratamientos se pueden cumplir en combinación con otros, sin que esto represente algún peligro para el músculo o para el resto del organismo.

  • Ingerir infusiones relajantes como manzanilla y valeriana. Con estos tés, es posible que el paciente logre obtener descanso, y a la vez el músculo se ve beneficiado por las propiedades antiinflamatorias y analgésicas de estos productos naturales.
  • Colocar en el área afectada por la contractura aceites esenciales con propiedades antiinflamatorias y relajantes como: romero, eucalipto, cáñamo y menta.
  • Aplicar compresas frías en el músculo que padece la contractura.

Aplicación de Cremas Antiinflamatorias

Los productos como cremas, geles y ungûentos son de uso tópico y por lo tanto completamente concentrado en el área de interés. Estos productos pueden ser de gran beneficio, pero es necesario complementarlo con otros tratamientos; no debe ser la única medida a tomar cuando se trata de una contractura crónica.

Acupuntura

La acupuntura es un práctica de la medicina oriental muy antigua y que ha demostrado ser bastante eficiente en la distensión de músculos con fuertes contracturas. Para lograr llevar al músculo a un estado sano, serán necesarias varias sesiones de acupuntura y debe ser en las manos de un especialista. Además, esta terapia debe ir acompañada de otras medidas como: suficiente hidratación, descanso e higiene postural.

Esta terapia ayudará al paciente a distender el músculo, eliminar tensiones, descansar, encontrar relajación y favorecer la circulación de sangre en la zona afectada por la lesión. Sin duda de que es un tratamiento muy recomendable para superar esta afección.

Cupping o Terapia con Ventosas

Las ventosas utilizadas desde hace más de 2000 años es altamente recomendable para tratar contracturas que se han convertido en situaciones crónica. Para mejorar al músculo, serán necesarias varias sesiones de cupping y seguramente la técnica más adecuada sera la de ventosa fija; pues ésta no requiere de movimientos que puedan generar molestias o dolor alguno.

El cupping favorece a la distensión del músculo así como a la circulación adecuada de la sangre en el área afectada; la correcta circulación beneficia a la oxigenación de las células presentes en el músculo, lo que a su vez produce un efecto regenerativo en él.

Kinesiotape

Las cintas kinesiológicas pueden ser de gran ayuda para obtener mejoría en músculos con contracturas crónicas que se han producido por movimientos o por posiciones inadecuadas. Al colocar las bandas, se puede controlar mejor el movimiento y la posición de las áreas afectadas por las contracturas; lo que permite que la tensión sea controlada.

Así mismo, los pliegues que se producen en la piel debido a la aplicación de este procedimiento genera un estímulo importante para la irrigación de sangre en los músculos lesionados.