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Incubar huevos es un arte que requiere bastante práctica, paciencia y conocimientos. Estos últimos decidirán sobre el correcto nacimiento de los pichones; y la humedad es uno de esos parámetros de los cuales deben tenerse conocimientos suficientes para su correcta implementación y uso durante el período de incubación.
La humedad en la incubación
Existen varios factores que implican un adecuado proceso de incubación, como lo es la humedad. En un entorno natural, habría determinada cantidad de éste, propia del cuerpo materno; por esto, su presencia en la incubadora es completamente necesaria e imprescindible para el desarrollo adecuado de los embriones.
De la mano con la temperatura
En el proceso de incubación, la humedad, al igual que la temperatura, debe permanecer constante y a los niveles propicios para la formación y crecimiento de los pichones dentro del huevo. De la misma forma, ambos parámetros no deben afectarse mutuamente, por lo que los dos deben regularse para mantenerse en los valores adecuados correspondientes.
Importancia de la humedad
La humedad permite que la estructura interna del huevo, compuesta en su mayoría de líquido, permanezca en óptimas condiciones; pues un entorno muy seco provocaría su evaporación eventual. Esto se traduce en la pérdida de peso que ocurre en los últimos días de la incubación, siendo ésta mayor si se carece de humedad.
Humedad ideal para distintas especies
Los niveles de humedad varían dependiendo de la especie a la cual pertenecen los huevos incubados, entre los cuales hallamos:
Avestruz: 47-52% en la incubación; 62% en la eclosión.
Codorniz Bobwhite: 38-43% en la incubación; 56-62% en la eclosión.
Codorniz: 38-43% en la incubación; 56-62% en la eclosión.
Estarna: 38-43% en la incubación; 56-62% en la eclosión.
Faisán: 38-43% en la incubación; 56-62% en la eclosión.
Gallina Broiler: 52% en la incubación; 62% en la eclosión.
Gallina de Guinea: 38-43% en la incubación; 62% en la eclosión.
Gallina Layer: 47% en la incubación; 62% en la eclosión.
Ganso: 25-30% en la incubación; 38-43% en la eclosión.
Lori: 50% en la incubación; 60% en la eclosión.
Loro: 40-50% en la incubación; 80% en la eclosión.
Ninfa: 55-60% en la incubación; 65% en la eclosión.
Paloma: 38-43% en la incubación; 62% en la eclosión.
Pato: 25-30% en la incubación; 38-43% en la eclosión.
Pato Muscovy: 25-30% en la incubación; 38-43% en la eclosión.
Pato Pekino: 25-30% en la incubación; 38-43% en la eclosión.
Pavo: 38-43% en la incubación; 62% en la eclosión.
Perdiz: 30-38% en la incubación; 43-47% en la eclosión.
Perdiz Chukar: 30-38% en la incubación; 43-47% en la eclosión.
Pollo: 38-43% en la incubación; 63% en la eclosión.
Urogallo: 35-43% en la incubación; 62% en la eclosión.
Efectos del exceso de humedad
No sólo la falta de humedad puede provocar daños al embrión, sino también el exceso de la misma. Mucha humedad puede provocar poca pérdida de peso en el huevo; es decir, poca reducción del líquido dentro del mismo, ocasionándole problemas natales al pichón, como crecimiento excesivo de algunas partes del cuerpo.
Regulación de la humedad en una incubadora
En vista de todo lo anterior mencionado, debemos procurar los niveles adecuados de humedad. Para ello, hacer uso de los instrumentos más aptos y seguir el procedimiento correcto es de vital importancia.
Instrumentos adecuados
El higrómetro
Este instrumento se encarga de medir la humedad en el entorno, expresada en tanto porciento. Algunos modelos arrojan parámetros con los cuales calcularla aritméticamente, mientras que otros ofrecen el valor directamente.
Algunos tipos de higrómetro son:
- Digital: hace uso de medidores que detectan cambios en otros parámetros, como pueden ser la temperatura, presión, masa o electricidad para realizar el cálculo de la humedad, mostrada en la pantalla del mismo. Es uno de los más precisos.
- Analógico: el más famoso es el de bombilla mojada y pabilo de algodón, el cual realiza una comparación entre el agua dentro de la bombilla y el estado de humedad del pabilo. Se le considera de alta precisión.
- Psicrómetro: es un tipo de higrómetrhúmedo realiza la medición al comparar las temperaturas de un bulbo seco y otro húmedo.
El humidificador
Los humidificadores convierten el agua en su interior en vapor o rocío, esparciéndolo en el ambiente para aumentar la humedad del mismo. Entre ellos tenemos:
- Ultrasónicos: hacen uso de vibraciones de alta frecuencia para realizar un efecto de nebulización en el agua, por lo cual ésta emana fría. Son de bajo consumo energético.
- De electrodos: el vapor es generado por la ebullición del agua, generada a raíz de una corriente eléctrica que pasa a través del agua. Son de alto consumo energético y el vapor emanado está a muy elevadas temperaturas.
- Plato de evaporación: a pesar de que no es un humidificador propiamente dicho, es un método bastante utilizado para las incubadoras. Se trata de la colocación de un pequeño plato o tazón, poco hondo, con alrededor de 2/3 de su volumen en agua. La temperatura en el interior de la incubadora se encargará de evaporarla, sustentando la humedad.
Procedimiento
- Preparar el higrómetro para su utilización. Usualmente, agregando agua a uno de los bulbos.
- Colocar en el interior de la incubadora el humidificador a utilizar, junto al higrómetro; así como una esponja.
- Pesar todos los huevos de manera cuidadosa, evitando movimientos bruscos. Acto seguido, calcular el promedio entre todos los pesos.
- Deberemos procurar que la lectura del hidrógrafo sea adecuada para el nivel de humedad necesario según la especie, para lo cual habremos de calcular la pérdida de peso cada pocos días. Si ésta es inferior al 13%, hay falta de humedad; y si es superior al 18%, hay exceso. En cualquier caso, hay que regular el humidificador para que libere mayor o menor humedad.
- Procurar ventilación en la incubadora, ya sea mediante la apertura de la puerta o ventanillas disponibles o la realización de agujeros en la estructura.
- Cambiar el agua en los humidificadores periódicamente. Si es necesario, hacerlo varias veces por día.
- Una vez llegue el día dieciocho de la incubación, elevar los niveles de humedad mediante la anexión de más agua (otro plato o una configuración elevada del higrómetro) y la subida ligera de la temperatura.
- Pasado el día veintiuno, reducir la humedad un 60% de lo que se tenía los días previos.
Algunos consejos extra
- En caso de reducción de la temperatura, introducir el agua ligeramente caliente.
- Voltear los huevos periódicamente, para que puedan recibir humedad en toda su superficie.
- En caso de carencia de electricidad, introducir el agua previamente hervida.