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Lo que se conoce como hiperactividad en realidad es usualmente el trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), que es un un desorden en el comportamiento que se caracteriza por el constante movimiento de aquel que lo posee. Con movimiento, se quiere dar a entender que está en constante cambio de actividades y no logra concentrarse en alguna hasta culminarlo.
¿Que es la hiperactividad en los pequeños?
La hiperactividad no se refleja sólo en el aspecto físico, sino que tiene su origen en el aspecto mental; pues los niños con este síndrome no encuentran la relajación mental. Ser padre de un niño con hiperactividad es complejo, agotador y muchas veces frustrante. Al principio, puede que los padres no sepan que algo sucede con su hijo, pero con el diagnóstico viene un poco de tranquilidad; pues implica que hay tratamiento equilibrar la conducta del pequeño.
Síntomas de la Hiperactividad en Niños
Es normal que los niños estén lleno de energía y sean un poco intranquilos, es una característica de esta etapa de la vida. Sin embargo, cuando esta intranquilidad supera los límites normales, es oportuno que se preste atención al niño para determinar si su comportamiento es sólo parte de su vitalidad o un desorden conductual.
Entre los síntomas más comunes de la hiperactividad se pueden nombrar los siguientes:
- Dificultad clara para concentrarse en la realización de una actividad.
- Se distrae con mucha facilidad.
- Agresividad, impulsividad, dificultad para controlarse y repetición de movimiento o palabras.
- Mal humor, aburrimiento y ansiedad.
- Mucha dificultad para encontrar la relajación.
- Habla de manera constante.
- Tiene dificultades para los juegos en grupo, pues no puede esperar su turno.
- Actúa de manera inapropiada.
- No es constante en nada de los que realiza.
- Luce siempre impaciente.
Ante estas señales, resulta importante consultar con un médico especialista. La hiperactividad es una condición que se puede tratar y manejar, para ayudar a centrar al pequeño; ya que su si bien se refleja en la conducta, su origen es neurobiológico.
Tratamientos para los Niños con Hiperactividad
El diagnóstico de la hiperactividad es relativamente sencillo para un especialista. Basta con una entrevista al niño y con las personas que están cerca de él para determinar si padece de hiperactividad. A partir del diagnóstico, el médico podrá definir cuál será el tratamiento a aplicar según el caso.
Usualmente, para sobrellevar esta condición se requiere de un tratamiento a través de un conjunto de métodos: terapias y medicamentos.
La terapia incluye: terapia familiar, manejo de la ira, apoyo psicopedagógico, grupos de apoyo, terapia cognitivo-conductual, entre otras. Entre los medicamentos que suelen recetarse encontramos principalmente estimulantes, usualmente se prescribe metilfenidato.
El metilfenidato tiene varias presentaciones: orales, en gotas o en parche.
Parches para Niños Hiperactivos
Los parches para tratar a los niños con hiperactividad contienen el psicoestimulante metilfenidato, que ha probado ser muy efectivo para el tratamiento de la conducta hiperactiva, la falta de concentración y la agresividad.
Con el cumplimiento del tratamiento para la hiperactividad, mediante el parche; tan sólo hay que colocar el apósito en el zona recomendada por el fabricante y el niño recibirá la dosis que necesita para sentir alivio.
Este parche le provee al paciente del medicamento por aproximadamente 9 horas.
¿Cómo Aplicar el Parche de Metilfenidato?
Es sumamente importante que el médico especialista recete la dosis que el paciente requiere y especifique las indicaciones para hacer uso de este parche. Así mismo, se deben atender a las indicaciones del fabricante. Sin embargo, el uso de esta presentación es bastante simple:
- El área donde se adherirá el parche debe estar aseada, sin cicatrices y sin irritaciones.
- Desprender la lámina protectora.
- Adherir y apretar por unos diez segundos.
- Retirar el plástico protector superior.
- Dejar actuar por el tiempo prescrito, normalmente se trata de 9 horas.
- El niño puede realizar sus actividades cotidianas sin ningún impedimento; incluyendo practicar deportes o ducharse.
- En caso de que el apósito se desprenda, no pegar el mismo sino usar uno nuevo.
Ventajas del Uso del Parche para los Niños con Hiperactividad
Es bien conocido lo difícil que es hacer que un niño tome cualquier tipo de medicamentos. Aunado a eso, cuando hablamos de un niño que tiene agresividad latente e impulsividad, podemos estar ne presencia de graves complicaciones para hacer que ingiera la medicina prescrita.
Con el uso del parche en niños con hiperactividad, puede resultar mucho más sencillo cumplir con el tratamiento necesario y este es el beneficio más evidente que conlleva esta modalidad. Así mismo, se pueden mencionar algunas otras:
- Se reduce considerablemente el impacto del medicamento en el estómago.
- Tiene un impacto psicológico beneficioso, pues el niño deja de asociar el medicamento con enfermedad. Lo que puede evitar la depresión o las conductas de aislamiento.
- El efecto no es diferente al de la administración oral.
- Tiene un rango de efecto entre 10 y 12 horas, por lo que el niño no tendrá que ingerir dosis múltiples al día.
Recomendaciones para el Uso de los Parches para Niños con Hiperactividad
Cuando se trata de tratamientos para niños, es fundamental ser pacientes y al mismo tiempo comprensivos con en paciente. Los pequeños que sufren de hiperactividad necesitan de la atención plena de sus padres para un desarrollo exitoso.
La recomendación principal ante la conducta hiperactiva es la consulta con el especialista; no se debe medicar a un niño por cuenta propia. Éste médico, hará las indicaciones correspondientes.
- Si se le prescriben estimulantes al pequeño, conversar con el especialista acerca de la administración con parches.
- Seguir todas las indicaciones médicas.
- No abandonar los otros tratamientos del niños, sobre todo los de apoyo psicológico.
- Conversar con el niño acerca de la importancia de mantener un tratamiento continuo.
- Explicarle al paciente en términos simples la función del parche que lleva.
- Actuar de manera comprensiva y paciente con el niño.
- No aumentar ni reducir la dosis por ningún motivo sin la observación médica correspondiente.
- Estar en constante contacto con los especialistas.
- En caso de que el paciente tenga efectos adversos con el tratamiento, es pertinente consultar con el médico tratante para ajustar la dosis o tomar las decisiones pertinentes.