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Síntomas y tratamientos para la contractura en el cuello

Los dolores de cuello o cervicalgia, es causado (en la mayoría de los casos) por pasar mucho tiempo en una posición incorrecta, afectando los músculos del cuello. Uno de los dolores más intensos puede ser el generado por la tortícolis. Esto sucede porque ocurre un espasmo muscular o porque los músculos se contraen.

Según estudios, aproximadamente el 80% de la población ha sufrido o sufre de contractura en el cuello. Las personas afectadas por esta dolencia no superan los 40 años y es más común ver esto en mujeres que en hombres. La causa de que alguna persona sufra de una contractura en el cuello, es debido a que su jornada laboral requiere pasar 8 horas frente a una computadora o conduciendo. También ocurre por pasar mucho tiempo sentados viendo tv, leyendo o jugando video juegos.

Síntomas de una contractura en el cuello

Cada padecimiento físico viene acompañado de síntomas, que es cuando el organismo del cuerpo es alterado, exteriorizando que existe un padecimiento o una enfermedad. Desde ese punto es que podemos realizar un diagnóstico rápido y tener una idea de lo que haremos a continuación. Veamos cuáles son los síntomas que presenta una contractura en el cuello.

  • Síntomas en el cuello, las contracturas en el cuello obviamente afectarán al cuello y a su movilización. Recordemos que el cuello sostiene la cabeza y es fundamental velar por la salud de esta parte del cuerpo. Los síntomas que pueden presentarse en esta área, son los siguientes:
  • Dolor en ambos lados de la zona cervical.
  • Dificultad de movimiento.
  • Dolores de cabeza.

Síntomas en los brazos, a pesar de que la contractura se ubica en el cuello también puede afectar las zonas cercanas al cuello, es decir los brazos. Si esto ocurre, quiere decir que los daños que han recibido los músculos del cuello se han ido incrementando y han comenzado a afectar otros músculos, por lo que se recomienda ir a un doctor. Lo síntomas que pueden presentarse en esta área son los siguientes:

  • Pérdida de fuerza.
  • Disminución de los reflejos.
  • Disminución de la sensibilidad.

Si experimentas alguno de estos síntomas debes ponerte alerta, ya que si dejas pasar el momento esto puede traer consecuencias más graves. Si bien sabemos que la mejor medicina es la prevención, también debemos saber que la segunda mejor medicina es la rapidez. Al diagnosticar una dolencia y atacarla de manera rápida, estaremos evitando lesiones más graves.

Tratamientos para curar las contracturas del cuello

Los tratamientos más usados para este tipo de dolencia son muy comunes, sobre todo si la dolencia es leve, ya que estos son efectivos y dan buenos resultados en poco tiempo, sin necesidad de acudir a un doctor. Sin embargo, si el dolor persiste luego de tres semanas lo mejor será acudir al doctor para que éste nos indique cómo debemos proceder.

El doctor puede prescribirnos analgésicos son más fuertes que los de libre venta. De igual manera, con los relajantes musculares y antidepresivos tricíclicos, podrás aliviar el dolor que producen las contracturas.

Terapias que puedes realizar:

  • Fisioterapia:

Si quieres adoptar una postura correcta y fortalecer los músculos del cuello, debes acudir a un fisioterapeuta. Éste te enseñará una serie de ejercicios que te ayudarán a corregir tu postura, para así lograr alinear tu columna y también fortalecer tu cuello. También es posible el uso de frío y calor, estimulación eléctrica y otras terapias que te ayudarán a aliviar el dolor y también evitar que estos vuelvan.

  • Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea:

Esta terapia consiste en colocar electrodos en la piel cerca de la zona afectada, para así liberar pequeños impulsos eléctricos que aliviaran el dolor.

  • Tracción:

Esta terapia consiste en usar poleas, pesas o una cámara de aire para extender de manera muy cuidadosa el cuello. Esto debe hacerse bajo la supervisión de un médico y un fisioterapeuta profesional.

  • Inmovilización a corto plazo:

El uso de un collarín blando para sostener el cuello ayudará a disminuir el dolor, ya que permite quitar la presión que las estructuras del cuello sufren. Sin embargo, el uso excesivo del collarín (más de 3 horas o más de una a dos semanas), pueden traer complicaciones en vez de beneficios.

Remedios caseros que puedes utilizar:

  • Medicamentos de venta libre:

Los medicamentos de venta libre son los que usamos para varios tipos de dolores. Estos son el ibuprofeno, paracetamol y el naproxeno sódico. Sin embargo, es importante que siempre que los uses, consultes con algún médico de confianza.

  • Cambiar entre frio y calor:

Una de las terapias caseras más comunes son el de alternar entre frío y calor, o simplemente usar una bolsa de hielo en la zona afectada, también puedes tomar un baño de agua caliente para aliviar la contractura.

Ejercicios caseros que te ayudaran a mejorar:

Más que un remedio es un método de prevención. Cada vez que te levantes de la cama, una silla, o cualquier postura que tengas, te recomendamos realizar estiramientos leves y suaves para que los músculos vayan drenando la tensión que adquieren mientras están en alguna postura. Mueve el cuello hacia los lados, gira la cabeza, movimientos sencillos pero que al hacerlos diariamente ayudarán a prevenir futuras lesiones.

Otras opciones (medicina alternativa)

  • Masajes:

Una persona capacitada para dar masajes puede manipular los músculos del cuello con sus manos, aunque no hay estudios que corroboren de manera definitiva que esta terapia es efectiva, lo que sí sabemos es que alivia el dolor.

Otras terapias alternativas que existen son la acupuntura y la quiropraxia, estas de igual manera deben ser realizadas por personas capacitadas en el área, ya que manipulan los músculos con agujas y sus manos, respectivamente.

Es importante estar muy atentos de los síntomas que presentamos en cada momento, somos nosotros mismos los que conocemos mejor nuestro cuerpo. Por lo que cualquier alteración debe ser muy obvia y ante esta situación, debemos agudizar más nuestro ojo o muestro sentir, para así poder diagnosticar lo que nos esté ocurriendo. De esta manera podremos actuar rápida y efectivamente para contrarrestar las lesiones.

También debemos tener en cuenta que la mejor medicina es la prevención, por lo que es importante saber distribuir nuestro tiempo para permitirnos descansos que nos permitan estirar los músculos, de esta manera siempre estaremos un paso delante de cualquier afección.