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El colchón es de los muebles más importantes dentro de un hogar, ya que es en él que pasamos muchas horas procurando descansar después de un largo día. Sin embargo, a medida que pasan los años, éste puede acumular una serie de problemas de higiene que si no tenemos cuidado, pueden acarrear consecuencias para nuestra salud.
La suciedad, los gérmenes, ácaros, la humedad y el mal olor, son de los problemas principales en los colchones que tienen más tiempo, por ende, considerar deshacerse de él puede resultar una buena idea, no obstante, si todavía se encuentra en buen estado, es decir, que todavía brinda firmeza y comodidad, podemos intentar acabar con esos problemas con algunos ingredientes sencillos y extender su vida útil.
Consecuencias de la humedad en el colchón
La falta de ventilación en una habitación, junto con el sudor de sus ocupantes y otros factores, producen la humedad en un colchón, lo que resulta en olores desagradables difíciles de disimular. A pesar de eso, una habitación olorosa no es lo que debería preocuparnos, sino lo que ese olor significa. El olor a humedad en un colchón, indica la presencia de hongos que crecen bajo esas condiciones, y tienen un impacto negativo en nuestra salud, especialmente porque respiramos cerca de ellos. Entre otros problemas podemos encontrar:
Animales indeseados:
Entre los animales más comunes que podemos encontrar en un colchón, están los ácaros. Ellos proliferan en grandes cantidades en los colchones ya que se alimentan de piel muerta, la cual le proporcionamos cada noche al ir a dormir. Si bien, los ácaros no sólo aparecen en condiciones de humedad, si es más complicado combatirlos de esa forma.
Manchas de humedad:
Se trata de unas manchas que perjudican el aspecto de nuestro colchón. Por lo general aparecen donde se mantuvo la humedad retenida y permanecen luego de que se ha secado. Suelen ser de color amarillo o marrón y pueden extenderse por toda la superficie.
Trucos para eliminar el mal olor del colchón
Lo primero que debemos tomar en cuenta, es que al eliminar la humedad, el moho y cualquier otro elemento nocivo de nuestro colchón, acabaremos por eliminar el mal olor, ya que no bastará con simplemente disimularlo, pues éste volverá en cuestión de unos días. Te presentamos algunos trucos simples que puedes implementar para eliminar de raíz el mal olor de tu colchón:
Ventilación:
El primer paso es sacar el colchón a ventilar, de preferencia bajo el sol, este sencillo paso ayudará a que la humedad que pueda permanecer contenida en él se evapore y por consiguiente el mal olor. Si el problema persiste, se debe repetir el proceso durante varios días procurando que absorba la mayor cantidad de sol y aire.
Bicarbonato de sodio:
El bicarbonato de sodio ha sido utilizado como remedio casero para neutralizar una gran variedad de malos olores, por lo que aplicarlo en el colchón resulta igual de efectivo. El bicarbonato, al tener propiedades efervescentes, puede complementarse con agua oxigenada para potenciar su función, además de que ayudará a combatir las manchas de la humedad.
Lo primero que debemos hacer es mezclar 50g de bicarbonato con 300ml de agua oxigenada en un recipiente pulverizador y aplicar a lo largo y ancho del colchón hasta cubrirlo por completo. Posteriormente dejamos reposar, de preferencia bajo el sol, y luego con un cepillo comenzamos a retirar los restos de bicarbonato y estará listo para usar de nuevo.
Vinagre blanco:
El vinagre blanco no solamente neutraliza los malos olores sino que también tiene cualidades desinfectantes, lo que lo convierte en un producto ideal para combatir los problemas de la húmedad y malos olores de nuestro colchón. Para aplicarlo sólo será necesario rociarlo directamente con un pulverizador y dejar secar directamente en el sol durante todo el día. Si el problema es persistente, podemos optar por mezclar el vinagre con el bicarbonato y así conseguir mejores resultados.
Aceites esenciales:
Apesar de lo que podamos pensar, este tipo de aceites no sólo brindan aromas agradables sino que también tienen características desinfectantes y ayudan a combatir a los ácaros que habitan en nuestros colchones, por lo que su implementación, no se basará sólo en «disfrazar» los malos olores sino que brindará efectos realmente beneficiosos a nuestro colchón.
Sin embargo, su aplicación deberá complementarse con uno de los ingredientes mencionados anteriormente. El vinagre no sería la opción más adecuada, ya que su fuerte olor podría neutralizar el aroma de los aceites, por lo que el bicarbonato sería el indicado. Sólo debemos utilizar 10 gotas de alguno de estos aceites y mezclarlo con el bicarbonato y el agua oxigenada en las mismas proporciones que se indicó anteriormente y hacer el mismo procedimiento.
Vapor:
No es un misterio que el vapor es un elemento ideal para la limpieza profunda de tejidos, especialmente aquellos que no pueden meterse en una lavadora, es decir, muebles y colchones. El vapor al alcanzar grandes temperaturas, es capaz de eliminar las bacterias y hongos que suelen ser los responsables de los malos olores.
Sin embargo, esta suele ser una opción algo limitada, pues para aplicarla es necesario tener una máquina hidrolimpiadora que inyecte el vapor a presión en el grueso tejido del colchón. A pesar de eso, si se encuentra a nuestro alcance, es una manera efectiva de acabar con los olores desde su origen procurando una limpieza completa.
¿Cómo prevenir los malos olores en el colchón?
La prevención de cualquier problema siempre es mejor que combatirlo, por lo que si ya hemos limpiado, desinfectado e higienizado nuestro colchón, ahora simplemente debemos evitar que volvamos tenerlo en malas condiciones. Teniendo en cuenta que el principal enemigo es la humedad, debemos evitar a toda costa que ésta prolifere en nuestra habitación. Si tenemos problemas de filtración o aguas estancadas, debemos solucionarlo antes de que nuestros muebles paguen las consecuencias.
Con respecto a la higiene de nuestro colchón, no es necesario lavarlo constantemente; sin embargo, siempre podemos pasar la aspiradora por toda la superficie y procurar vestirlo con sábanas y fundas limpias y desinfectadas que deberán cambiarse de forma regular.