El cuidado y la organización del hogar tiene un fuerte impacto en cómo nos sentimos, es por eso que el estado de nuestra casa tiende a ser un reflejo de nuestras emociones. Es posible sentirse agobiado por el trabajo, por la falta de tiempo, el cansancio del día y el estrés. Todos estos males evitan que podamos atender el hogar como es debido y a su vez nos quita el ánimo y la felicidad.
Sin embargo, si realmente entendiéramos la importancia de mantener un ambiente organizado y cómo esto afecta nuestra mente, haríamos un esfuerzo enorme por activar el hogar las energías a través de la limpieza y la organización en el hogar.
Hoy vamos a hablar de seis simples pasos que debes realizar para tener una armonía entre tu casa y tu mente.
Todo tiene su lugar
Nuestra mente trabaja mucho con lo que vemos, por lo que si en una habitación solo somos capaces de observar ropa tirada por todos lados, cosas que no van en su lugar, acumulación de objetos y desastres de este tipo, comenzará a aparecer la ansiedad y el estrés.
La tranquilidad surge de espacios armónicos y relajados, por eso necesitamos poder percibir eso en el hogar.
Determina un lugar para cada cosa, no permitas tener objetos que pertenecen al baño en la habitación, o utensilios de cocina en la sala de estar. Evitar tirar todo en un solo lugar como si estuvieses escondiendo el desorden, en vez de eso, habilita espacios de acuerdo con la funcionalidad de cada cosa y procura que todos conozcan que es ahí donde lo podrán encontrar y donde tienen que dejarlo nuevamente después de utilizarlo. Recuerda que no se trata solo de organizar para dar un buen aspecto, también se trata de que sea un hogar funcional.
La aglomeración de cosas no solo impide el flujo de la energías, también obstaculizan la limpieza y promueven un mayor desorden. Cuando las cosas se acumulan en cantidades, es más difícil hacerle frente y poco a poco abandonamos la idea de organizar.
Salir de todo lo que no hace falta
Ya sea por apego emocional o porque tengamos la idea de que puede sernos útil en un futuro, tendemos a guardar más cosas de las que en realidad necesitamos. Esto va reduciendo el espacio útil de nuestro hogar, estancando las energías en objetos que no están desempeñando ninguna función real.
Por más difícil que sea, es necesario ir saliendo de todas las cosas que no necesitemos o utilicemos con frecuencia. Si eliminamos ese hábito de acumular, al mismo tiempo nos sentiremos más libres emocionalmente. Esto a su vez nos permite abrirnos psicológicamente a recibir cosas nuevas y beneficiosas para nuestra vida y combatiremos el desapego.
La limpieza es la clave para estar tranquilo
La limpieza es un hábito que ayuda a la salud tanto física como mental. No solo tener los espacios organizados te ayudan a aclarar la mente, también lo hace percibir la limpieza en ellos. Hasta el proceso de limpiar es terapéutico, especialmente si se realiza de manera consciente. Es decir, como si al limpiar el polvo de cada mesa, también estuviésemos sacudiendo nuestras preocupaciones e inseguridades.
Esto ayuda mucho más cuando comprendemos que nuestro hogar es un reflejo de cómo nos sentimos y que para lograr sentirse bien, hay que comenzar desde el interior y manifestarlo hacia el exterior.
Una de las cosas más complicadas para quienes se les hace difícil crear hábitos saludables, incluyendo los hábitos de limpieza, es ser consecuente con ella y no volverlo algo ocasional. Es cierto que limpiar a profundidad es una tarea ardua que se realiza pocas veces al año, porque de lo contrario no tendríamos tiempo para nada más. Pero también es cierto que todos los días debemos limpiar aunque sea un poco.
Una casa limpia no solo se aprecia a través de los ojos, sino que es posible percibirla en el olor y en cómo las energías se mueven a través de ella. Lo que tiene un fuerte impacto en nuestras emociones, haciéndonos más felices y aportando una dosis importante de tranquilidad.
Optimiza tus espacios
Un hogar no solo debe estar limpio y organizado, también debe ser funcional. Como mencionamos anteriormente, no basta con colocar las cosas en cualquier lugar donde no estorben, deben estar en un sitio que sea fácil de encontrar y que tenga sentido con el el resto de las cosas.
Sin embargo, no todos los hogares poseen espacios útiles para todo lo que necesitamos, es por eso que si tienes que realizar modificaciones para optimizar tus habitaciones, no lo dudes. No es necesario invertir demasiado, muchas veces basta con adquirir organizadores básicos y económicos. Aunque la estética es importante, la organización lo es mucho más.
Con estos cambios no solo serás capaz de sentir tranquilidad en el hogar, sino también una sensación de poder, en donde no sientes limitaciones al momento de realizar determinada actividad en casa, ya que sabes cómo aprovechar tus espacios y dónde está cualquier cosa que puedas necesitar.
Evita las habitaciones cerradas y oscuras
La circulación de aire permite que una casa respire, así como también tú necesitas hacerlo. Las habitaciones cerradas suelen ser víctimas de la humedad, lo que lleva al deterioro de los muebles.
Una casa debe tener entrada de luz natural, ya que propicia el ánimo y activa las energías, lo que ayuda a permanecer en un estado alegre por mucho más tiempo. Mientras que las habitaciones cerradas provocan melancolía y tristeza.
Tener una casa iluminada en el día con luz artificial, puede hacer que el cuerpo manifieste estrés y ansiedad, así que la iluminación debe ser completamente natural.
Llena tu hogar de vida
Si haz cumplido con cada uno de los pasos que hemos mencionado a largo de este artículo, entonces es momento de hablar de un aspecto importante para mover tus energías y tu mente con tan solo realizar unos pequeños cambios en casa.
Agrega plantas ornamentales. Aunque las plantas reales son ideales, las de plástico también son una excelente opción, siempre y cuando tengan una apariencia realista.
Tener plantas en casa no solo favorece a la tranquilidad y la felicidad tan solo con verlas, sino también promueven hábitos saludables al tener que mantenerlas y cuidarlas, lo que tiene efectos positivos sobre el estrés, la ansiedad y además contribuye a la concentración.
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